LO QUE HACEMOS

Rechazamos cualquier intervención artificial que añada estética a nuestros vinos. Todos nuestros productos se elaboran bajo los preceptos naturales de la biodinámica.

Nuestra intención es hacer vinos que formen parte de la naturaleza y sus procesos, que sepan a lo que sabrían los vinos antiguos, antes de la química, que favorezcan la salud y siempre sientan bien. En definitiva, vinos que no pueda hacer la tecnología.

Vinos que hablen del lugar del que procedende su latitudde su clima y de nosotros.

CÓMO LO HACEMOS

Para nosotros resulta de vital importancia la asociación de diferentes cultivos, la diversidad de flora y fauna autóctona que equilibra y regenera la vida en el suelo, reforzando así la resistencia natural de las plantas.

Esta vegetación natural espontánea desempeña un papel importante como bioindicador, en ella germinan todo tipo de flores, insectos y lombrices viajeras que acaban haciendo un “microarado” minucioso y nada agresivo, a la vez que van aportando estructura al suelo, nos ayudan a retener la humedad y protegen a la tierra de la erosión y del sol.

Ayudamos a la viña con los preparados biodinámicos, el preparado de María Thun e infusiones de plantas medicinales. No le aplicamos ni cobre ni azufre.

Nuestra viña crece libre sin deshojar ni despuntar.

Utilizamos la música como portadora de vibración y energía sutil, tanto en el campo como en la bodega.

El calendario lunar rige nuestras
labores en el campo y en la bodega.

El abono es natural: procede de los restos de poda, de la siega y de las vacas de nuestros amigos de Casa Gutier.

Dejamos que la Naturaleza haga su trabajo, buscando la máxima sencillez y la mínima intervención.